JMJ

LA  SANTA IGLESIA
                                     

“Jesús crecía en sabiduría,
 en edad y en gracia 
delante de Dios y de los hombres”.
                                   (Lc. 2, 52)


EL JESÚS FÍSICO


El Jesús del que habla S. Lucas en el evangelio es el Jesús físico, histórico que vivió en Palestina y ahora vive en el cielo y en el sagrario.

EL JESÚS MÍSTICO
         
Pero este Jesús  vive también en la Iglesia, es el Jesús místico  tan real como el físico. Y se llama el “el Cuerpo místico de Cristo”. El gran Papa Pío XII  escribió una maravillosa encíclica: “El Cuerpo Místico de Cristo” cuya lectura os recomiendo, y cuyas ideas sigo yo en este artículo. Este Cuerpo Místico de Cristo no es otra cosa que la Iglesia, la cual se convierte como en una segunda persona de Cristo” ( San Roberto Belarmino).

¿Qué es la Iglesia?  “Es un sociedad de fieles cristianos fundada por Jesucristo que tiene por Cabeza visible al Papa” (catecismo).  Jesús  vive en la Iglesia y le comunica su espíritu. Por eso Iglesia y Jesús tienen una relación recíproca  de santidad. Es el misterio de la Iglesia.  Pío XII  lo describe así: “Pedro, en fuerza del Primado, no es si no vicario de Cristo, por donde no existe más que una Cabeza primaria de este Cuerpo, es decir Cristo; el cual, sin dejar de regir secretamente por sí mismo a la Iglesia, que, después de su gloriosa Ascensión a los cielos, se funda no sólo en El, sino también por aquel que en la tierra representa su persona. Que Cristo y su Vicario constituyen una sola Cabeza, lo enseñó solemnemente nuestra Predecesor Bonifacio VIII”.
Por eso el que está unido a la Cabeza visible,  está unido a la Cabeza invisible que es Jesús.

Nosotros los cristianos cuando fuimos bautizados nos convertimos en miembros de este Cuerpo gigantesco que abarca todo el mundo. Más explícitamente lo enseña Pio XII,  cuando dice que los miembros de la Iglesia “son los que recibieron las aguas regeneradoras del Bautismo y profesan la verdaderas Fe, y ni se han separado miserablemente ellos mismos de la contextura del Cuerpo ni han sido apartados de él por legítima autoridad a causa de gravísimas culpas”.  Quien se separa del Papa, se convierte en un miembro muerto, no tiene vida, no puede seguir a la Cabeza Jesucristo, porque esta Cabeza y la Cabeza de la Iglesia son la misma cosa.

EL CUERPO MÍSTICO SIGUE EN TODO AL CUERPO FÍSICO

    Porque es el mismo Jesús. Por eso cuando Pablo persigue a los cristianos y cae derribado del caballo, oye una voz que le dice: “Saulo, Saulo ¿Por qué me persigues?  (…)  Yo soy Jesús a quien tú persigues”  (He. 9)   
Pues bien, la Iglesia siguiendo a Jesús “crece en edad, en sabiduría, y en gracia delante de Dios y de los hombres”.  Esto  lo hemos podido contemplar en las JMJ de Madrid.

EN EDAD

 La Iglesia ha crecido muchísimo.  Más de 25.000 anglicanos y centenares  pastores han vuelto a la Iglesia; Monasterios completos; desde hace 450 años jamás se habían convertido tantos anglicanos a la Iglesia Católica; ha habido conversiones de insignes  musulmanes…  y en las JMJ pudimos ver el crecimiento hasta 2 millones de jóvenes de todo el mundo, lo cual demuestra que la Iglesia no está muerta, como propagaban los enemigos de Dios, si no que tiene vitalidad, y una juventud  innumerable han llenado las calles y los recintos más emblemáticos de Madrid. Era impresionante ver ríos de jóvenes acudiendo a la Misa de clausura horas antes del comienzo. La afluencia superó todos los pronósticos.

No hay en el mundo, un cantante, aupado por los Mass Media, un deportista ídolo mundial, o un político con su poder económico, que pueda reunir millones de jóvenes. Pues esto es lo que ha hecho un anciano humilde vestido de blanco que es el Papa, Vicario de Cristo en la tierra y Cabeza visible de la Iglesia.
                      

EN SABIDURÍA

Todos estos miles que han entrado al redil de la Iglesia y los millones que han acudido a las JMJ ¿a qué han venido?  La respuesta unánime ha sido “Por ver y oir al Papa”. Por eso han sufrido las inclemencias del tiempo; han soportado de pie horas de calor asfixiante, se han olvidado de la comida y han aguantado la sed.

Ávidos de saber la doctrina cristiana y de vivir mejor la Fe Católica, han atestado las Iglesias, colegios, auditorios y polideportivos donde 800 obispos (de los 970 obispos que asistieron a JMJ) enseñaban catecismo durante esos días en diferentes lenguas. Tenían “hambre de Dios” y “Bienaventurados los que tiene hambre y sed de justicia [la santidad] porque serán hartos”.


EN GRACIA                           
  Muchas conversiones se han producido entre los jóvenes, sacerdotes y religiosos, deseos de cambiar de vida. Los 200 confesionarios en el Retiro se vieron atestados de jóvenes que en largas colas esperaban el turno para confesarse. Más de 2500 sacerdotes  estuvieron confesando. Un sacerdote salía a hacer un descanso después de confesar 3 horas y media bajo un sol ardiente.  Un sacerdote mexicano aguantó 14 horas confesando. Se confesaron en 50 idiomas.  

Todos los sacerdotes fueron facultados para perdonar y absolver  el pecado de aborte que lleva consigo la excomunión.   Los “voluntarios” repartían folletos en todos los idiomas para  preparar a hacer una buena confesión..  Pero además las Parroquias e Iglesias de Religiosos deMadrid estuvieron  abiertas todo el día para recibir a los querían reconciliarse con Dios.  



El mismo Romano Pontífice, Benedicto XVI confesó un grupito de jóvenes..

No es extraño que se respiraba una alegría sana por todo Madrid. Nada en el hombre produce tanta alegría, paz y felicidad como tener la conciencia limpia, y estar en paz con Dios.

Mari Carmen de 24 años de Granada hacía hincapié en “la gran emoción vivida al observar a millones de jóvenes  viviendo su fe. Se me ha puesto la carne de gallina, me he emocionado, he llorado, es una emoción fortísima”-
Otro de Usa decía: “Yo he venido para ver al Papa, para ver chicas me quedo en casa”.

Otro de los actos emocionantes y de mucha devoción fue el espectacular Via- Crucis; 14 grupos portaban la cruz por 14 estaciones, seguidos de los “Pasos” o imágenes de Semana Santa de Andalucía y otras regiones de España.  El Papa estaba emocionado y fue la primera vez  en una JMJ que ha permanecido durante todo el recorrido hasta el final del  Via Crucis. Al terminar exhortó  a abrazar la cruz “ que en su forma y significado representa ese amor del Padre y de Cristo a los hombres. En ella reconocemos el icono del amor supremo, en donde aprendemos  ama lo que Dios ama y como Él lo hace: esta es la Buena Noticia que devuelve la esperanza al mundo”.

CONCLUSIÓN

Hemos de tener un gran gozo de formar parte del Cuerpo Místico de Cristo, es decir la Iglesia. Ella se renueva a través de los siglos con nuevos encantos de belleza espiritual, vence siempre a sus enemigos exteriores e interiores y triunfa de la muerte, del demonio y del pecado.

Termino con estas palabras de Benedicto XVI en la Misa de clausura: “Rezo por vosotros con todo afecto de mi corazón. Os encomiendo a la Virgen María que ella os acompañe siempre con su intercesión maternal y os enseñe la fidelidad a la Palabra de Dios. Os pido que también que recéis por el Papa, para que, como Sucesor de Pedro, pueda seguir confirmando a sus hermanos en la fe. Que todos en la Iglesia, pastores y fieles, nos acerquemos cada día más al Señor, para que crezcamos en santidad de vida, demos así un testimonio eficaz de que Jesucristo es verdaderamente el Hijo de Dios, el Salvador de todos los hombres y la fuente de su esperanza. Amén.” 
P. Muñoz.